Hay que asumir que hay días que es mejor no salir de casa. Todo se pone en contra y nada sale bien.
Salimos 4 amigos a dar una vuelta, uno de ellos dice que conoce una ruta interesante y nos guiará. Pero poco a poco las cosas se tuercen y nada va como habíamos previsto.
Nada más empezar perdemos al guía y el resto quedamos huerfános de la ruta que se había pensado y nadie sabe continuarla correctamente.
Todo ello aliñado con los ya conocidos toques de averías mecánicas.